viernes, 26 de mayo de 2017

Julen y La Gente Sola, "La chica de mantenimiento"


Se peina igual que a sus dieciséis/ y piensa de la misma manera también

Conocí a Federico Morosini durante una larga tarde en una cancha de básquet de la Ciudad Vieja de Montevideo, mientras se rodaba el video de Jordan, el himno de Eté & Los Problems. Federico es el protagonista de video, el que busca con la mirada a una chica que no hace mas que escapársele, y como la particularidad del video es que está filmado en una sola toma, sin cortes, durante toda esa larga tarde lo deben haber filmado mas de treinta veces, aprovechando lo que hubiese de luz para realizar todas las tomas posibles, buscando la que mas se acercase al ideal. Cada una de esas treinta veces, Federico arrancaba el rodaje masticando con ganas un choripán que debía chorrear en cámara. No se cómo es que pudo volver a comerse un choripán alguna vez. Será por eso --y la juventud, claro-- que sigue siendo como un palito. Pero lo cierto es que Fede para mi nunca fue Fede, sino que es Julen. Porque por entonces ya lo conocía como el líder de la gran esperanza pop de Montevideo, Julen y La Gente Sola, que apareció casi de la nada con un disco encantador, aunque desde entonces y hasta ahora no se haya vuelto a saber de ellos. Eso sí, cada tanto cruzan para tocar de este lado del Río, y lo hacen mucho mas seguido que varios de su co-terráneos. El asunto es que pocos se enteran, porque lo avisan sólo por Facebook. Pero con eso alcanza, a juzgar por el show desbordante que alcancé a ver este verano en un boliche de Almagro. Me los perdí apenas un par de semanas atrás, cuando cruzaron para tocar en Buenos Aires y La Plata. Lo lamento porque, en una de ésas, si alcanzaba a verlos, me hubiese curado del tarareo permanente de este tema que me dejaron desde el verano. En ese show me di cuenta que conozco todos los temas de Julen y su banda, que me sé las letras y las canto con ganas, y que ya es hora de que saquen un disco nuevo. Julen --perdón, Fede-- canta sus letras con una sonrisa de satisfaccion y ausencia, y el brazo en alto, como arengándose a sí mismo, sabiendo que no se trata de él sino que se trata de todos, somos nosotros, la clave del rock o del pop o de cómo sea que lo queramos llamar en estos tiempos tan virtuales pero que sin embargo necesitan de recitales, sonrisas, nosotros y brazos en alto. Y de canciones como ésta, qué tanto. El resto es historia universal. Como el nuevo Música Cretina, en el que Julen suena cerrando el Lado A, de la misma manera que bien puede abrir este viernes atrapado entre feriados, doble viernes y lunes falso entonces. Pero con sol de verdad, al menos.

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